El cerebro de los niños tiene mucha plasticidad y su capacidad de aprendizaje desde bebés es irrepetible. Durante los primeros años de vida, las neuronas se organizan y establecen conexiones entre sí, formando así la estructura cerebral que tendremos hasta mayores.

En este artículo, podrás encontrar información sobre cómo aprende el cerebro en diferentes ámbitos y cómo poder mejorarlo a través de consejos como el descanso, llevar una buena alimentación, una rutina básica todos los días y, sobre todo, los juegos educativos que tanto les encantan a los niños.

 Lo fundamental

• Según la edad, el cerebro tiene un aprendizaje diferente. Sin embargo, el periodo que va desde el proceso de formación del mismo en los bebés hasta los cambios hormonales de los adolescentes es fundamental.
• Existen diferentes tipos de memorias, dependiendo del tipo de información que se quiera aprender.
• Es necesario seguir unas pautas fundamentales para un buen aprendizaje a través de la alimentación, el descanso, los juegos y el ambiente de trabajo.

El aprendizaje del cerebro en la educación

El aprendizaje del cerebro a través de la educación es un factor muy importante en los niños, ya que de esta forma se desarrollarán sus conocimientos y habilidades. En este artículo, podrás ver los métodos con los que tus hijos pueden llevar a cabo su aprendizaje correctamente.

A partir de los 4 a 6 años los niños empiezan a aprender a leer. (Fuente:White:4K2lIP0zc_k/unsplash.com)

El aprendizaje del cerebro según la edad

El desarrollo del cerebro comienza desde el embrión y continúa hasta la edad adulta. Desde que comienza la vida dentro de la barriga de la madre, se empieza a adquirir conocimientos (1).

• Desde el nacimiento hasta los 3 años: El bebé necesita los cuidados de las personas mayores y es totalmente dependiente. Con el tiempo, llegará a tener una pequeña independencia y autonomía, las cuales adquire a través del sistema motor, lo que causa la maduración de los lóbulos parietales.
• Entre los 4 y 6 años: Los niños empiezan a desarrollar el lenguaje y el entendimiento de las palabras. En esta etapa de aprendizaje, son más consientes y se produce la primera poda neuronal. Esto quiere decir que se destruyen algunas conexiones creadas para eliminar las que no se utilicen y adquirir otros conocimientos.
• De 7 a 12 años: Es un periodo donde ya se consolidan y afianzan los conocimientos de las fases anteriores.
• De 12 a 18 años: En esta etapa es cuando existen los cambios hormonales de la adolescencia y se desarrollan las funciones como la organización, la toma de decisiones y la planificación. También se produce la segunda poda neuronal para eliminar aquellas que son menos utilizadas y destruirlas.

Las nuevas tecnologías y el aprendizaje

Las tecnologías de la información y la comunicación estimulan las partes del cerebro más creativas de los niños. Para los alumnos, es imprescindible el uso de las nuevas tecnologías, ya que conecta con las emociones de los niños. Esto significa que, al ser muy interactivo, los alumnos tienen una mayor atención y no se distraen. Además, el material audiovisual que se utiliza favorece el desarrollo de la memoria desde los más pequeños hasta los adolescentes.

Podemos ver en el siguiente cuadro las ventajas y desventajas que tiene el uso de las nuevas tecnologías para el aprendizaje:

Ante nueva información, se activa la corteza cerebral. Este proceso fisiológico actúa ante un estímulo nuevo que no conocemos. En parte, esto ayuda a los niños a la hora de aprender. Lo podemos hacer introduciendo en nuestro discurso gestos, expresiones y cambios en la entonación. Sin embargo, si a esto le añadimos una imagen o un vídeo, el cerebro de los niños estará mucho más activo.

Si se logra que se active toda la corteza cerebral, se potencia un pensamiento más integrado, muy diferente a la memorización forzosa. Esto, además, fomenta un aprendizaje más duradero y eficaz, especialmente a largo plazo.

Las imágenes son muy importantes para desarrollar el aprendizaje en los niños. (Fuente:Rachel:o3tIY5pIork/unsplash.com)

El aprendizaje a través de la naturaleza

Es estimulante para los alumnos y los niños aprender de manera dinámica, en oposición a la forma estática que suele emplearse la mayoría de las veces. Para ello, es beneficioso que los niños y adolescentes estén activos intelectual y físicamente. Por consiguiente, dentro de lo posible, es muy ventajoso salir de las clases para aprender.

El entorno ideal para el aprendizaje fuera del aula es la naturaleza, sobre todo en edades tempranas. En la naturaleza podemos encontrar una diversidad de estímulos para los niños como colores, movimiento y formas. Esta variedad, sumada al entorno al aire libre, favorece el aprendizaje eficiente en los niños.

Heike Freire - Psicóloga

Los niños de 4 a 12 años pasan el 76% de su tiempo sentados o acostados en lugares cerrados. Pero, es a través del movimiento al aire libre como desarrollan sus sentidos, su psicomotricidad, su inteligencia espacial y social. El contacto con la naturaleza debería ser frecuente y cotidiano para aprovechar los beneficios cognitivos, de memoria, atención y aprendizaje que aporta el entorno natural.

El aprendizaje en grupo

El cerebro se estimula cuando interactúa con los demás y, por consiguiente, la motivación aumenta. Para ello, si los niños están motivados, hay alumnos atentos. Esto significa que el aprendizaje es mucho mejor y lo recuerden para siempre.

El cerebro aprende a cooperar con los demás y esto facilita el desarrollo de las habilidades sociales, por ejemplo la empatía y el poder escuchar a otras personas. Hay que tener en cuanta que las actividades en grupo se deben hacer de una manera que los niños no compitan entre sí, sino que promueva la cooperación entre todos.

La cooperación estimula a los niños para aprender nuevos conocimientos. (Fuente:Anna:w55SpMmoPgE/unsplash.com)

Aprendizaje vs. memoria

La memoria y el aprendizaje están muy unidos. Existen técnicas como la repetición en las que los niños y adolescentes desarrollan la memoria y pueden lograr el aprendizaje.

La memoria es la capacidad que tenemos para retener y después recuperar esa información, mientras que el aprendizaje es la adquisición de conocimientos. Las dos van unidas de la mano, ya que logran que los niños almacenen lo que van aprendiendo en su cerebro. Por esto, se puede confirmar que la memoria es imprescindible en el aprendizaje (2).

Para ello, es necesario conocer qué tipo de memoria necesita cada información que se quiera aprender. A continuación, podemos ver los siguientes tipos:

• Sensorial: Guarda y recupera la información por medio de los sentidos.
• Auditiva: Guarda y recupera la información a través de lo que escucharon.
• Visual: Guarda y recupera la información que vieron.
• Kinéstésica: Guarda y recupera la información que realizaron motrizmente.
• Mecánica: Repetir hasta aprender algo.

Consejos para un buen aprendizaje

Se necesitan herramientas para poder mejorar el aprendizaje de los niños y los adolescentes. Por ello, te dejamos unos consejos para ponerlo en práctica.

Buena alimentación

Hay que tener una alimentación variada y equilibrada para obtener la variedad de nutrientes, vitaminas y minerales que utiliza el cerebro en las diferentes funciones. Para ello, hay que comer de todo y realizar cuatro o cinco comidas al día (3). Podemos ver en la siguiente lista los alimentos que mejoran el aprendizaje:

• Proteínas: Es uno de los nutrientes más importantes y se puede obtener en la carne, huevos y pescado.
• Vitaminas del grupo B: Se encuentran en la carne, huevo, queso, pollo y melón. Ayudan a la formación de los neurotransmisores.
• El zinc: Está presente en las legumbres, frutos secos y marisco. Agiliza la comunicación de las neuronas.
• El calcio: Está en la leche y en sus derivados. Prepara al cerebro para el aprendizaje.
• El fósforo: Se encuentra en los frutos secos. Aumenta la capacidad de memorizar.
• La glucosa: Se encuentra en los hidratos de carbono (pasta, frutas, verduras y cereales. Proporciona energía al cerebro y también mejora el ánimo.

Descansar

Durante el sueño, mejora la memoria y se lleva a cabo una maduración cerebral. Por lo tanto, dormir menos o más horas afecta a los niños y adolescentes en su día a día.

Según la Sociedad Española del Sueño (SES) los niños debería dormir entre 16 horas cuando son bebés. Después de los primeros años, los niños deberían dormir entre 12 y 14 horas. A partir de los tres años y hasta la educación primaria, deberían dormir entre 8 y 11 horas y, en la adolescencia, entre 8 y 9 horas. Los beneficios del sueño son los siguientes:

• Mejora su desarrollo y su forma física, ya que recuperan la energía de todo el día.
• Fomenta la creatividad, ya que durante el sueño se almacena lo aprendido durante todo el día. También se seleccionan los recuerdos más importantes y se elimina el resto.

Todos estos beneficios hay que acompañarlos a través de una rutina:

1. Ducharse antes de cenar.
2. Cenar a una hora determinada. La cena debe ser ligera para que también lo sea la digestión.
3. Leerles un cuento antes de dormir para preparar el sueño.
4. Acostarse y levantarse a la misma hora.

Marta Moraleda - Neurofisióloga, experta en sueño infantil y miembro de la Sociedad Española del Sueño (SES)

"La falta de sueño puede alterar su comportamiento y estado de ánimo, volverles más activos de lo habitual, hacerles disminuir su atención en clase y hacer que se muestren antipáticos o más irritables".

Juegos educativos

Los juegos didácticos son muy importantes, sobre todo en la infancia de los niños. Esto se debe a que estimulan el aprendizaje de manera fácil y sencilla (4). Existe una gran variedad de juegos:

Buen ambiente de trabajo

El ambiente de trabajo es muy importante para los niños y adolescentes. Esto es así porque se trata del momento en el que están concentrados para aprender o realizar ejercicios. Después, estos les ayudarán a memorizar o aprender, para poder usar dicho aprendizaje en el colegio o en el día a día. Para ello, te dejamos una guía con sugerencias para crear un buen ambiente de trabajo:

• Estudiar siempre en el mismo sitio para crear un hábito.
• Disponer de una mesa amplia y una silla cómoda.
• Evitar el ruido.
• Evitar el uso de tecnología y distracciones.
• Estudiar con luz natural.
• La temperatura debe estar en 17 °C y 22 °C.
• La zona de estudio debe estar ordenada.
• Ventilar la habitación.

Resumen

El aprendizaje de un niño es la etapa más importante, ya que desde que son bebés sus neuronas están en funcionamiento y memorizan la información más importante y descartan aquello que no les interesan. Por ello, es clave tener unos buenos hábitos, como el descanso y la alimentación.

El conocimiento de los niños se puede profundizar a través de juegos educativos, un buen ambiente de trabajo, la cooperación entre niños y el entorno de la naturaleza. Todo esto ayuda a que nuestros hijos puedan desarrollar nuevas habilidades y memorizar de mejor forma.

(Fuente de la imagen destacada: : 41863645/ 123rf.com)