Crianza positiva: ¿Cómo emplearla con nuestros hijos?


¿Has oído hablar de la crianza positiva? Actualmente, esta metodología educativa está muy de moda. Pero, ¿qué es realmente? ¿Cómo se puede aplicar a la vida cotidiana? ¿Resulta tan efectiva como muchos aseguran? En este artículo, daremos respuestas a estos y muchos otros interrogantes.

Lo fundamental

  • La crianza positiva es un enfoque pedagógico basado en la educación amorosa, respetuosa, empática y constructiva.

  • Esta disciplina adhiere a los límites claros. Pero sugiere aplicarlos a través de soluciones y no de castigos.

  • Si no sabes cómo abordar este método de crianza con tus hijos, te recomendamos recurrir a plataformas especializadas, como Educalink. Esta app te ayudará a organizar el enfoque educativo de una manera muy simple. Además, cuenta con mucha información y herramientas adicionales.

Definición y abordaje

Muchas personas piensan que la crianza positiva es un método educativo en el que los límites brillan por su ausencia. Pero, ¿es tan así? ¿En qué se basa realmente esta disciplina? A lo largo de nuestra guía, te hablaremos en profundidad sobre dicha metodología.

niño con dislexia dibujo con lápiz y psicólogo infantil mirándolo

La disciplina positiva no suele tener demasiados detractores. Sin embargo, algunas corrientes adeptas a esta metodología abogan por la crianza con apego. Fuente de la imagen: 123rf.com, lightfieldstudios

¿Qué es la crianza positiva?

La crianza o disciplina positiva es un método creado por la psicóloga y educadora Jane Nelsen junto a otros terapeutas especializados. Nelsen ha escrito varios libros sobre este tema 1, los cuales sirvieron de inspiración para docentes y padres.

5 pilares de la crianza positiva

  • Respeto mutuo: Los niños copian todo lo que ven. Seguramente, habrás visto a tus hijos imitarte más de una vez. Y sí, nuestras acciones son fundamentales. Si no nos respetamos a nosotros mismos ni a los demás, ¿cómo podemos pretender que ellos lo hagan? El ejemplo será la clave para que los pequeños aprendan a respetarse a sí mismos y al resto de las personas.

  • Aprender de los errores: Los niños deben entender que sus errores son oportunidades de aprendizaje. Normalmente, los pequeños se frustran cuando se equivocan (a los adultos también nos sucede). Como padres, tenemos que enseñarles a encontrar el origen de su error para poder revertirlo y aprender de él.

  • Sin castigos: La crianza positiva se enfoca en soluciones en vez de castigos. El castigo es efectivo a corto plazo, pero tiene consecuencias a futuro. La violencia física y verbal no son la solución. ¿Debemos pasar por alto los malos comportamientos de nuestros hijos? De ninguna manera. Una recomendación: antes de reaccionar, cuenta hasta diez. Esos segundos te darán la calma mental para abordar la situación de un modo mucho más efectivo.

  • Alentar, no alabar: Los niños necesitan que los alentemos. De esta manera, se sentirán más fuertes y seguros. El aliento es el ánimo que les brindamos para seguir adelante, superar sus miedos o dificultades y mejorar cada día. Si los alabamos, sólo estaremos contribuyendo a que traten de ser exitosos o mejores que los demás.

  • Comunicación: La comunicación es fundamental. De alguna manera, engloba los cuatro pilares antes mencionados. Tenemos que apelar a la palabra. Por más que parezca que no nos escuchan, los niños registran todo lo que le decimos (y lo que hacemos). Por ello, debemos tratar de mantener siempre una comunicación fluida, empática, amorosa y nutritiva con ellos.

¿Cómo aplicar la crianza positiva?

Previamente, te hemos comentado los pilares más importantes de la crianza positiva. Sin embargo, es probable que aún tengas dudas a la hora de aplicar esta metodología con tus hijos. Te entendemos. Cada etapa es distinta, por lo que el enfoque también debe serlo. Te hemos preparado un cuadro explicativo que te ayudará a abordar este método en función de la edad de tus niños.

Edad/Etapa Metodología positiva
Bebés (0 a 1 año) Háblale. Respóndele cuando haga sonidos. Léele, ponle música suave y cántale. Hazlo tocar distintas texturas. Abrázalo y acaricialo.
Niños pequeños (3 a 5 años) Léele, llévalo a bibliotecas y foméntale el amor por la lectura. No emplees un vocabulario básico para comunicarte con él. Incorpora siempre nuevas palabras. Anímalo a que haga nuevos amigos y a que aprenda a ser independiente y autogestivo (pero no lo presiones).
Niños de edad media (6 a 8 años) Enséñale sus responsabilidades, pero ayúdalo en las tareas que no pueda realizar solo. Anímalo a tener metas y proyectos. Incentívalo a hacer deportes y otras actividades grupales. Bríndale amor y contención.
Preadolescentes (10 a 12 años) Trata de hablar con tu hijo sobre sus cambios físicos y emocionales (sin presionarlo). Hazle saber que cuenta contigo para lo que necesite. Establece reglas y límites desde el amor.
Adolescentes (13 a 17 años) Trata de abordar, con táctica y sentido común, los temas más ríspidos de esta etapa (como las drogas o el alcohol). Háblale sobre los distintos métodos anticonceptivos. Hazlo con naturalidad, sin demasiado protocolo. Así, no se sentirá tan incómodo o avergonzado. Pon límites sanos y hazle saber que tu amor es incondicional y que siempre estarás a su lado.

¿Qué opinan los expertos sobre la crianza positiva?

La disciplina positiva no suele tener demasiados detractores. Sin embargo, algunas corrientes adeptas a esta metodología abogan por la crianza con apego. ¿Sabes de qué se trata? Si no lo tienes muy claro, te resumiremos en cuatro puntos las premisas esenciales de este enfoque educativo acuñado por el pediatra William Sears:

  • Lactancia materna a libre demanda

  • Colecho (dormir con el bebé)

  • Alzarlo en brazos siempre que lo pida

  • Ser flexible a la hora de inculcar hábitos

La crianza con apego busca una transición suave y serena del útero materno a la vida fuera de él. Por ello, quienes la practican, sostienen que el bebé debe tener un contacto estrecho con los padres durante los dos primeros años de vida. De esta forma, el proceso de crecimiento se dará de una manera más plácida, amorosa y armoniosa.

No obstante, algunos especialistas disienten con esta filosofía, argumentando que el apego hará que el niño sea inseguro, dependiente y caprichoso. El médico catalán Eduard Estivill creó un famoso método (el cual lleva su nombre) que propone educar al niño para que duerma solo. ¿Cómo? Dejándolo llorar en la cuna. Este enfoque se popularizó a través del libro “Duérmete, niño”, escrito por Estivill y Sylvia Béja 2. Esta obra fue presentada como “un manual para solucionar el insomnio infantil”.

¿Qué estilos de crianza hay?

Existen cuatro estilos de crianza principales. ¿Con cuál asocias la crianza positiva? ¿Es una fusión de los cuatro? ¿No se parece a ninguno? A través de esta tabla, te mostraremos las características particulares de cada uno:

Estilo de Crianza Características
Autoritario Son padres exigentes, severos e inflexibles. Este estilo de crianza está basado en reglas estrictas. La obediencia y el control son primordiales. Estos niños suelen ser temerosos, inseguros, vulnerables e irascibles.
Con autoridad Estos padres establecen límites, pero desde el amor. Las reglas forman parte de este estilo de crianza. Sin embargo, se recurre al diálogo y al respeto mutuo. Estos niños suelen ser más seguros, educados, empáticos, autónomos y cooperativos.
Permisivo Los padres permisivos actúan desde el amor, pero no ponen límites claros. Suelen ser amigos de sus hijos, por lo que los pequeños tienden a faltarles el respeto y a no obedecerlos. Estos niños, por lo general, son irrespetuosos, manipuladores, egoístas, ególatras, dominantes y rebeldes.
Pasivos Los padres pasivos son indiferentes, poco accesibles o ausentes (o las tres cosas). Los niños criados bajo este estilo suelen ser inseguros. Normalmente, tienen una autoestima muy baja.

Resumen

Más que un método de crianza, la disciplina positiva es una filosofía de vida. Esta corriente sostiene que una educación amorosa, empática y respetuosa construirá adultos sanos, fuertes, solidarios y seguros de sí mismos.
No se trata de ser permisivos ni tampoco autoritarios. Esta corriente busca encontrar un equilibrio entre los límites y las imposiciones. No parece tan simple, ¿verdad? De hecho, no lo es. Resulta un trabajo constante donde la paciencia y el compromiso tendrán gran protagonismo.

Si quieres saber cómo planificar una crianza positiva, hay ciertas plataformas virtuales que te ayudarán a lograrlo. Educalink, por ejemplo, es una app que te permitirá organizar el enfoque educativo de una manera práctica y sencilla. Hay muchísimas herramientas disponibles. Criar un hijo nos es fácil, ¡pero sí maravilloso!

(Fuente de la imagen destacada: udo72: 119235191/ 123rf.com)

Referencias

(1) Jane Nelsen (1981), “Disciplina positiva”. Ediciones Ruz. Disponible en: www.casadellibro.com/libros-ebooks/jane-nelsen/88005
(2) Centro Integral Disciplina Positiva. Qué es Disciplina Positiva. Disponible en:
centrodisciplinapositiva.com/que-es-disciplina-positiva/
(3) Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (1946). Consejos de crianza positiva. Disponible en: www.cdc.gov/ncbddd/spanish/childdevelopment/positiveparenting/index.html


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