¿Cómo llamar la atención a mi hijo correctamente?


Ser padre consiste en superarse cada día. Un aprendizaje constante. Intentamos hacerlo lo mejor que podemos, pero no siempre es sencillo. Sobre todo, si tu hijo se está portando mal. Aumentan los nervios y la paciencia se acaba. Por eso, saber cómo llamar la atención de tu hijo correctamente es importante. Con una reacción adecuada, puedes controlar la situación.

Cuando nos surgen dudas y buscamos información, nos volvemos locos. Todo parece sencillo, pero a la hora de la verdad no es tan fácil. Por eso, vamos a darte una serie de consejos. Primero, profundizaremos en la crianza positiva para terminar con unas recomendaciones sobre cómo llamar la atención correctamente. ¡Saca papel y lápiz! No te pierdas nada.

Lo fundamental

  • La crianza positiva consiste en el respeto. Los padres no deben posicionarse como entes superiores, sino como iguales a los hijos. La obediencia no es sumisión. Llamar la atención de tu hijo correctamente es beneficiosos para él y su futuro.
  • La paciencia será tu mejor amiga. Respira hondo y piensa bien antes de caer en un castigo desproporcionado. Las consecuencias de un exceso de disciplina pueden durar toda la vida. Evita siempre la violencia física y los insultos. Ante todo, comprensión y cariño.
  • Los progenitores tienen que trabajar en común. Las normas deben ser claras para todos los integrantes de la familia. Aléjate del bueno y el malo e ir juntos en esto. Las relaciones paternofiliales son buenas si detrás existe respeto.

La importancia de la crianza positiva y llamar la atención correctamente

Una de las preguntas que más nos hacemos los padres es cómo disciplinar a un hijo. Hay tanta información que parece una tela de araña inmensa. A continuación, vamos a hablar de los puntos fundamentales de la crianza positiva y la disciplina. Te haremos un resumen para que la próxima vez que te pase, sepas como reaccionar rápidamente.

padre e hija

El cariño es importante para las relaciones paternofiliales (Fuente: Caroline Hernandez: TMpQ5R9mbOc/unsplash.com)

¿Qué es la crianza positiva?

La crianza positiva en un modelo de educación basado en el respeto. Tiene como base reconocer al niño como un individuo con derechos. El cariño, la comprensión y el diálogo son las características principales de este modelo, ya que alimenta una relación respetuosa y mejora el desarrollo del niño.

El uso excesivo de autoridad incrementa la distancia entre padres e hijos (1). Este tipo de actitud puede acarrear consecuencias futuras en el vínculo familiar. Por eso, hay que buscar el diálogo, así como elogiar y potenciar el buen comportamiento marcando unas normas claras.  Eso sí, siempre alejándose de la violencia y los gritos.

¿Cuáles son los errores más comunes de la disciplina?

Actualmente, los padres vivimos en un estrés diario. Intentamos ser súper papás que llegan a todo y con una sonrisa. Pero no es sencillo. Por esto, cuando nuestro hijo se porta mal, a veces pecamos de cruzar líneas que no deberíamos. Nos dejamos llevar por los nervios. La crianza positiva exige una paciencia que en ocasiones no tenemos. Pero hay puntos que, bajo ningún concepto, debemos traspasar:

  • Castigo físico: En pleno siglo XXI parece una obviedad. Pero, todavía hay padres que piensan que un cachete a tiempo evita futuros problemas. No. Nunca. El castigo físico no educa. Origina temor y aumenta la desconfianza. Llamar la atención al niño no debe ser una forma de descargar la rabia de los padres.
  • Insultos: El respeto mutuo hace que la relación sea fuerte. Un insulto acaba con el vínculo. Por muy cansado que sea repetir las cosas, caer en el agravio es un error. Lo peor de todo es que dañas la autoestima de tu hijo.
  • Culpa: Enfocar la frustración en nuestros hijos es un fallo más habitual de lo que parece. Algunos padres culpan a sus hijos de su vida y le reprochan de forma continuada todo lo que hacen. El adulto tiene que asumir la vida que ha querido tener. Nuestros hijos no son los responsables de nuestros errores.
  • Manipulación: Hay padres que oprimen a sus hijos hasta el punto de anularlos personalmente. El uso de la manipulación psicológica para tomar el control de las acciones de tu hijo es espeluznante. Horrible. Tenemos que educarlos para que sean personas libres, no para que estén bajo nuestro control.

¿Por qué es importante ser asertivo?

La asertividad es una característica básica en la educación. Tenemos que expresarnos de forma amable, directa y adecuada. Hay que buscar el equilibrio de ser firme y claro, pero atento y cariñoso. Parece difícil, pero no lo es. Usa la coherencia y el respeto. Si tu hijo tiene una pregunta, debes contestarle. Prestarle toda la atención que necesita.

Como padres, tenemos que aplicar normas, límites y ser el apoyo de nuestros hijos. Los niños son esponjas. Imitan el comportamiento de las personas que les rodean. Si eres asertivo, serás un buen ejemplo para ellos y eso favorecerá su desarrollo social (2).

padre cargando con hijo

Tienes que estar tranquilo cuando llames la atención de tu hijo (Fuente: Ba Phi: 1361766/pexels.com)

¿Cómo basar la relación de padres e hijos en el respeto?

Respeto. Escuchamos esa palabra como un mantra en nuestro cerebro. Todo queremos lo mismo: que nuestros hijos nos respeten. Que sepan que somos la autoridad en la familia. Eso sí, lo que no podemos pretender es conseguirlo sin que exista reciprocidad. Fortalecer la relación y el vínculo paternofilial requiere esfuerzo. Antes hemos hablado de que los niños imitan comportamientos, pues con el respeto es igual. Así que vamos a darte unos consejos para mejorar en este aspecto:

  1. Si quieres que tus hijos te respeten, respeta. Ten una buena actitud con las personas de que te rodean.
  2. Sé amable. Si eres afable, tu hijo te imitará y lo será. Si, por el contrario, vives enfadado, el niño entenderá que estar así es lo normal.
  3. Pon normas. Directas, claras y no cedas a todo lo que pide.
  4. Sé coherente. Así, tu hijo lo entenderá y no caerás en la contradicción.
  5. Controla sus salidas de tono. No permitas los insultos o la mala educación.

¿Cómo afectan los castigos a la autoestima de los niños?

Para empezar, la autoestima es la valoración que tenemos sobre nosotros mismos. Una baja autoestima puede acarrear problemas psicológicos y físicos. Como padres, no queremos que nuestros hijos sufran. Nuestro deseo es que vivan felices y consigan todo lo que se propongan. Pues bien, los castigos no ayudan.

La violencia genera problemas sociales, emocionales y conductuales en los niños (3).  Es importante poner límites, pero sin que afecten al niño porque las represalias tienen consecuencias en los niños:

  • Infravaloran el comportamiento positivo del niño, primando solo el negativo
  • Generan miedo
  • Estigmatizan al niño
  • Pueden generar imitación del niño con sus iguales
  • Crean inseguridad
  • Fomento de comportamiento sumiso

Consejos para llamar la atención a tu hijo correctamente

Después de saber cómo afecta un mal castigo a nuestros hijos, ahora es el momento de aprender a reaccionar. De sacar partido al mindfulness. De respirar hondo. Pero, sobre todo, es tiempo de tomar las riendas y controlar la situación. ¿Tienes el papel y el lápiz preparado? ¡Apunta!

niño llorando

Para llamar la atención de tu hijo tienes que estar tranquilo (Fuente: Marcos Paulo Prado: aRzwAI1ZeM/unsplash.com)

¿Cómo debes actuar ante un mal comportamiento de tu hijo?

La mejor forma para llamar la atención de nuestros hijos es con amor y paciencia. Como todo lo relacionado con la crianza, decirlo es sencillo, pero llevarlo a cabo no tanto. Hay que ser comprensivo. Tenemos que saber el motivo que ha llevado al niño a actuar así, para, después, ejercer una disciplina coherente.

No hay que abusar de los castigos porque pueden perder su efecto. Cada acción negativa debe tener una reacción equitativa. No hay que exagerar el castigo y, por otro lado, tampoco infravalorarlo. El equilibro es complejo, pero no imposible.

De todas formas, para que todo funcione ambos progenitores tienen que estar unidos. Las correcciones de comportamiento no son efectivas si entre la pareja hay discusión. Cuando el niño se porta mal y hay que llamarle la atención, la pareja tiene que ir a una. Olvidarse del padre bueno y padre malo. Eso ya no vale.

Hay que regañar al niño juntos. Hacerle comprender lo que ha hecho mal, sin gritos ni faltas de respeto. Y, lo más importante, reforzar los actos positivos.

¿Cómo llamar la atención a tu hijo según su edad?

La crianza ocupa muchos años de nuestra vida, abarcando desde que nuestros hijos son bebés hasta pasada la adolescencia. Cada etapa es diferente y, desde luego, no se puede amonestar a los niños de la misma manera. Por eso, nosotros te lo vamos a poner un poco más fácil y te vamos a dar unos consejos. Está claro que cada situación es diferente, pero seguro que te funcionan.

Edad Consejo
Hasta los 6 años Usar un tono de voz firme, sacar al niño de la situación que genera mal comportamiento para que se relaje, retirada de objetos que quiere como consecuencia de su mala actitud
Desde los 7 hasta los 14 años No debes permitir las faltas de respeto. Puedes poner límites con la retirada de lo que le gusta. Por ejemplo: no ver la televisión, no bajar al parque
Desde los 14 años Retirada de objetos que quieran, restricciones de tiempo en las reuniones con amigos

¿Cuáles son las claves para reprender de forma constructiva?

A lo largo de los años, los castigos han ido evolucionando. Hace un tiempo, la silla de pensar parecía ser efectiva, pero ahora se busca más el diálogo. Por eso, cuando queremos saber cómo llamar la atención correctamente a nuestro hijo tenemos muchas dudas.

Existen muchas pautas y consejos no tan sencillos de llevar a cabo. Nosotros te vamos a dar unas claves basadas en las directrices del catedrático José Antonio Marina (4):

  • La disciplina sirva para mejorar el autocontrol
  • Fijar las reglas antes de entrar en un lugar que pueda crear conflicto en el niño
  • Unión de los padres
  • Modifica los límites según evolucione tu hijo
  • Asegúrate de que tu hijo comprende las normas y las órdenes. No des muchas seguidas. Es mejor pocas y concisas
  • Ofrece alternativas a lo que crea conflicto
  • Busque la comprensión de lo sucedido. Haz entender al niño por qué está mal lo que hace. Con diálogo
  • Darle siempre un refuerzo positivo

Resumen

En definitiva, para llamar la atención correctamente solo necesitas buenas dosis de paciencia y comprensión. No te olvides de la unión entre progenitores. No valdrá de nada la disciplina si cada uno da órdenes contradictorias. Lo mejor es ponerse de acuerdo antes para trasmitir a los hijos normas claras y concisas. Aléjate de la violencia física y verbal y, sobre todo, ten empatía y muéstrale tu cariño.

Al final, lo principal es que los hijos crezcan dentro de un ambiente sano. La falta de comunicación y de comprensión, la exageración en los castigos o, en su defecto, la ausencia de disciplina incrementan la distancia entre padres e hijos. Por eso debes tener una relación sana basada en el respeto a tus hijos.

Recuerda que ellos imitan los comportamientos que ven en sus padres. Entonces, sé un ejemplo a seguir para que ellos tengan una buena actitud ante las situaciones complicadas. Si quieres más información sobre este tema, puedes ampliarla leyendo Pautas de crianza: Herramientas para criar niños sanos y felices.

(Fuente de la imagen destacada: choreograph: 124256880/ 123rf.com)

References (4)

  1. Artículo académico
    Plascencia González M. Hablar, no golpear: razonamiento infantil sobre disciplina parental. Revista mexicana de investigación educativa [Internet]. 2009 [citado 3 marzo 2021];14(43):1103–1127.
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  2. Artículo académico
    Franco Nerín N, Pérez Nieto M Ángel, de Dios Pérez MJ. Relación entre los estilos de crianza parental y el desarrollo de ansiedad y conductas disruptivas en niños de 3 a 6 años. Revista de Psicología Clínica con Niños y Adolescentes [Internet]. 2014 [citado 3 marzo 2021];1(2):149–156.
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  3. Artículo
    Frías Armenta M, Gaxiola Romero JC. Consecuencias de la violencia familiar experimentada directa e indirectamente en niños. Revista Mexicana de Psicología [Internet]. 2008 [citado 3 marzo 2021];25(2):237–248.
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  4. Artículo
    Marina JA. Límites, disciplina, castigos. Pediatr Integral [Internet]. 2013 [citado 3 abril 2021];XVII(7):520–524.
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