Déficit de atención en los niños: ¿Cómo abordar esta situación?


El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una patología que padece entre “el 2 y el 5 % de la población infantil”, según datos de la Federación Española de Asociaciones de Ayuda al Déficit de atención e Hiperactividad (FEAADAH).

Por otra parte, es uno de los trastornos más comunes dentro de la psiquiatría infantojuvenil. Afecta a cerca del 50 % de la población clínica. Los síntomas de este déficit suelen presentarse a partir de los 7 años. Y, en la mayoría de los casos, se extienden hasta la adolescencia. Incluso pueden continuar en la vida adulta, aunque es menos usual.

¿Tu hijo presenta síntomas compatibles con TDAH? La buena noticia es que hay muchas formas de abordar esta problemática. A lo largo de este artículo, desarrollaremos en profundidad los síntomas, las causas y los tratamientos.

Lo fundamental

  • El déficit de atención es una patología cuyos síntomas principales son falta de atención y conducta hiperactiva-impulsiva. Se puede presentar solo una de estos comportamientos o ambos de manera combinada.

  • Las causas fundamentales del déficit de atención son de tipo ambiental o genético. También hay enfermedades, como el síndrome de Tourette y el autismo, que están muy relacionadas con el TDAH.

  • Existen tratamientos farmacológicos para el déficit de atención. No obstante, también hay alternativas holísticas, como el yoga o el mindfulness. Por otra parte, es necesario un enfoque educativo acorde a las necesidades del niño. Educalink es una app muy útil para organizar este aspecto.

¿Cuáles son los síntomas principales del TDAH?

En primer lugar, es importante que tengas claro cuáles son los síntomas principales del TDAH. De esta manera, podrás saber con certeza si tu hijo padece dicha patología. Te los detallaremos a continuación:

  • Falta de atención: Es el síntoma más característico de esta patología. Se puede presentar de manera leve, moderada o aguda. Normalmente, los niños con TDAH suelen dispersarse en el colegio o en cualquier actividad cotidiana. Además, les cuesta organizarse, cumplir tareas y mantener un orden. Por otra parte, no suelen registrar lo que pasa a su alrededor. Se distraen muy fácilmente.

  • Conducta hiperactiva-impulsiva: En muchos casos, son niños sumamente inquietos. Es verdad que la mayoría de los niños pequeños lo son. No obstante, en este caso la hiperactividad se manifiesta de una forma exacerbada. Es decir, están en constante movimiento, no se quedan sentados y tienen dificultades para realizar actividades tranquilas. Por otro lado, les cuesta esperar su turno, hablan sin parar e interrumpen a los demás.

  • Síntomas combinados. Como mencionábamos previamente, los niños con TDAH pueden manifestar falta de atención o conducta hiperactiva-impulsiva. Sin embargo, también hay casos en que ambos síntomas están presentes de manera combinada.

Causas del déficit de atención infantil

Tanto el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) como la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertaron sobre un incremento de casos de TDAH en la población infantil. ¿Las causas? Pueden ser variables.

No obstante, en la mayoría de los casos, se debe a razones medioambientales o genéticas. El síndrome de Tourette y el autismo son enfermedades muy ligadas al déficit de atención.

¿Cómo tratar el déficit de atención en los niños?

Antes que nada, es fundamental que recurras a un profesional capacitado para que determine con exactitud si tu hijo padece Déficit de Atención e Hiperactividad. Puedes acudir a un psicólogo o psicopedagogo, dependiendo de la edad del niño. Si el trastorno es agudo, seguramente lo derivará a un psiquiatra.

¿Le darán medicación? En muchos casos, se recurre a tratamientos farmacológicos para tratar el TDAH. Este aspecto es bastante controversial, ya que muchos expertos no son partidarios de los métodos alopáticos. El psicólogo Marino Pérez, autor del libro “Volviendo a la normalidad”, asegura que los fármacos no son más que un dopaje. “Los padres deben tener una atención más continuada y sosegada con los niños”, sostiene el catedrático.

¿Existen opciones naturales para tratar el déficit de atención infantil?

Los niños con TDAH necesitan herramientas que les permitan focalizar la atención y relajarse. El yoga es una excelente alternativa para lograrlo. Además, resulta una técnica inocua y tiene muchos otros beneficios adicionales.

CADAH, una fundación española especializada en niños con TDAH, recomienda especialmente la práctica de esta disciplina: “Los asanas (posturas) reforzarán la concentración, memoria y mejoría de la conciencia corporal de los niños. Además, las técnicas de respiración y relajación calmarán su sistema nervioso, liberando la ansiedad, la tensión y el estrés”.

Por otra parte, la Unidad del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona realizó un estudio al respecto. Determinó sobre una muestra de 120 pacientes con TDAH que la práctica del mindfulness (técnica meditativa de atención plena) redujo significativamente sus problemas de atención y mejoró su conducta.

Las causas fundamentales del déficit de atención son de tipo ambiental o genético.

Las causas fundamentales del déficit de atención son de tipo ambiental o genético. Fuente de la imagen: 123rf.com, Wavebreak Media Ltd

¿Qué podemos hacer desde nuestro rol de padres?

En primer lugar, es importante que evaluemos junto a los docentes de nuestro hijo un método de aprendizaje que capte su atención. Existen distintos sistemas de gestión escolar, como Educalik. Además, desde esta app puedes hacer un seguimiento de las notas de tu hijo. También tienes la opción de generar recordatorios, por lo que es un mecanismo muy práctico.

Los niños con TDAH se dispersan rápidamente. En muchos casos, su mente suele ir mucho más rápido que la del resto de los pequeños. Por ello, una buena opción es optar por herramientas de estudio ágiles y lúdicas. En función de la edad de tu hijo, puedes recurrir a juegos, videos, canciones y otros sistemas dinámicos que favorezcan su atención.

  • Juegos: Hay una enorme variedad de juegos de ingenio infantiles. Estos suelen estar enfocados en los cálculos, situaciones problemáticas y resolución de acertijos, entre otros. Puede jugar en tu casa y en el colegio. Es una alternativa ágil y dinámica para que el niño enfoque su atención y desarrolle la memoria.

  • Canciones: La música es un excelente antídoto contra el estrés y la ansiedad. Si a tu hijo le gusta, aprovéchala. La música clásica es estupenda. Puede escuchar en la escuela también (con audífonos, por supuesto). Y si quiere, trata de que aprenda a tocar un instrumento. Resulta sumamente sanador y relajante.

  • Videos: Los videos son un mecanismo ágil, dinámico y entretenido de incorporar conocimientos. De hecho, la mayoría de las escuelas recurren a este sistema de estudio. Es muy eficiente para todos los niños, no solo para los que padecen TDAH.

  • Evita que consuma contenido violento. Los niños con TDAH suelen ser extremadamente sensibles. Por ello, se alteran con bastante facilidad. Los contenidos violentos pueden irritarlos sobremanera. Trata de que no visualice videos, películas o series con violencia explícita. Asimismo, evita la música muy alta o de tipo heavy metal. No es que sea mala en sí misma, pero puede estresarlo.

Resumen

Entonces, ¿hay que evitar los fármacos a la hora de tratar el déficit de atención infantil? No necesariamente. Todo depende de la gravedad del cuadro clínico. Hay niños que presentan patologías psiquiátricas severas y necesitan una dosis mínima de medicación.

De todas formas, aunque el niño realice un tratamiento alopático, siempre es recomendable complementarlo con técnicas holísticas, como el yoga o la meditación. Las flores de Bach también son fantásticas y no tienen ningún tipo de contraindicación.

El psiquiatra inglés Edwar Bach, creador de esta técnica floral, aseguraba que toda sintomatología tiene una raíz emocional. Y cuando esta se sana, el síntoma desaparece. “La enfermedad es un conflicto entre la personalidad y el alma”, sostenía el autor del libro “Cúrate a ti mismo”.


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