Las 10 cualidades de un buen profesor


Los profesores son una figura de referencia durante los primeros años de nuestra vida. Si no nos crees, echa la vista atrás. Todos recordamos a un profesor o profesora que marcó nuestra infancia o adolescencia.

Esto se debe a que nuestra experiencia con un determinado docente o materia pueden determinar nuestro futuro más de lo que imaginamos. Por esta razón, los docentes deben esforzarse por ofrecer la mejor experiencia educativa posible al alumno.

Lo fundamental

  • Es importante ser consciente de que los docentes son referentes y modelos a seguir para sus alumnos. Por eso, deben ser especialmente cuidadosos en cómo se muestran ante ellos y actuar de forma ejemplar.
  • Ser especialista en un campo no implica ser un buen profesor. La calidad de la enseñanza de alguien no se basa en la cantidad de conocimientos que tiene, sino en su capacidad para transmitirlos al resto de personas.
  • El deber de un profesor no se basa solamente en transmitir conocimientos. La educación también consiste en transmitir valores y formas de actuar en sociedad, lo que conocemos como formación integral.

Las 10 cualidades más importantes que debe tener un buen profesor

A continuación, en esta lista hemos reunido las aptitudes más importantes que debe tener un buen docente. Si bien cada profesional tiene sus defectos y sus virtudes, debe esforzarse en aminorar sus carencias y potenciar sus cualidades. Tras una extensa investigación, los expertos (1) concluyen en que las más importantes son:

Formación

Evidentemente, si nuestra profesión se basa en enseñar conocimientos a otras personas, tendremos que tener una formación sólida en la materia que vamos a impartir.

La pedagogía también es una parte esencial de la educación. Conocer los procesos de aprendizaje será de gran ayuda para desarrollar estrategias para llegar mejor a nuestros alumnos (2).

Asimismo, es crucial no parar nunca de formarse. Tenemos que evitar atascarnos, mantenernos actualizados en los avances de tecnología para la educación, pedagogía e incluso nuestro propio campo.

Por ejemplo, si enseñamos una materia de ciencias, hemos de estar al tanto de los últimos avances científicos. En cambio, si nuestra materia es alguna lengua, es recomendable estar informado sobre los últimos lanzamientos de literatura infantil o juvenil.

hombre con esqueleto

Sobre todo en materias de ciencias, que son las que más rápido avanzan, es importante mantenerse actualizado. Cada año se descubren nuevos avances en medicina y tecnología y habrá que incorporar esta nueva información a nuestra guía docente. (Fuente: Tima Miroshnichenko: 5427819/ pexels.com)

Organización

Un profesor tiene que ser un buen planificador y una persona organizada para poder cumplir con los objetivos marcados en las guías docentes.

Los expertos recomiendan dedicar unas horas a la semana a la planificación y seguir un guion durante las clases. Hacer calendarios y llevar la agenda al día es otra recomendación.

La preparación de la guía docente es una difícil tarea para el profesor. Hay que ser riguroso con la planificación inicial para llegar a impartir todos los contenidos. Para ello, es vital organizar y preparar las clases.

Preparar y planear cada clase no significa que todo vaya a salir tal y como lo has previsto, pero te librará de más de un apuro. Te permitirá elaborar listas de material, revisar mejor los recursos que tienes disponibles y con ello, preparar actividades más elaboradas.

Empatía

Para poder enseñar tienes que entender en que posición está la otra persona, cuáles son sus necesidades y dificultades. Por ello, la empatía es una cualidad necesaria para todo docente.

Ser un docente empático significa ser capaz de interpretar las emociones del alumno y actuar en consecuencia. Nos ayudará a medir en cuánto podemos exigirle y qué técnicas tenemos que utilizar para su motivación.

Esta parte influye en la confianza que transmites a los alumnos. Si ellos confían en ti, se abrirán con más facilidad y te harán saber sus preocupaciones. La confianza no se gana de un día para otro y habrá que trabajarla individualmente con cada estudiante.

Podemos mostrar nuestro interés en el alumno razonando con él sobre sus actos, siempre sin perder la posición de autoridad, dejándo que piense y responda por si mismo. Debes llamarle por su nombre, ser cercano sin llegar a ser intrusivo, compartir experiencias comunes, utilizar ejemplos y supuestos. A continuación, te exponemos algunos ejemplos.

Para conocer el problema

  • “¿Cómo te encuentras?”
  • “¿Quieres hablar conmigo de lo que te sucede?”
  • “¿Puedes contarme lo que ha pasado?”

Para que el alumno reflexione sobre sus actos

  • “¿Crees que has actuado bien conmigo / con tu compañero?”
  • “¿Te hubiese gustado que los demás actuasen así contigo?”
  • “¿Crees que podrías haber actuado mejor?”

Para reforzar positivamente una acción

  • “Estoy muy contento con tu trabajo, sigue esforzándote cómo hasta ahora, tu actitud ha sido muy buena.”

Recuerda, un docente que se preocupa de lo que ocurre en el entorno de sus alumnos, empatizará con ellos y podrá ofrecerles una mejor experiencia formativa.

profesora amable

Puede parecer algo obvio, pero un profesor debe recordar que “nadie nace enseñado”. En otras palabras, tenemos ser conscientes de que hasta que alguien nos enseñó, sabíamos tan poco como nuestros alumnos. (Fuente: Katerina Holmes: 5905918/ pexels.com)

Flexibilidad

Aunque anteriormente hemos dicho que el buen docente debe programar y preparar sus sesiones, es fácil que en algún momento nos surja algún imprevisto.

Los profesores tienen que tener una buena capacidad de resolución y ser flexibles a la hora de adaptarse a las circunstancias.

Ser flexible significa ser capaz de cambiar actividades en el curso de las mismas si surge una circunstancia especial.

Los expertos recomiendan preparar siempre un plan B para cuando se arriesga en una actividad. Siempre se debe contar con recursos de emergencia y no dudar en pedir ayuda cuando se necesita.

Por otro lado, no hay que frustrarse cuando no se puede realizar una actividad. Reservaremos esa actividad para otro momento en el que sea posible realizarla, en ningún caso habremos perdido el tiempo preparándola.

En pocas palabras, que el resultado no sea el esperado no quiere decir que se haya obtenido un mal resultado. Un profesor debe ser resolutivo y sacar las cosas hacia delante aunque las circunstancias sean inicialmente adversas.

Un buen recurso de emergencia para los días en los que no es posible hacer actividades en el exterior es tener juegos en la clase o las actividades de cinefórum.

Creatividad

Un profesor tiene que ser creativo para añadir dinamismo a sus clases. A los alumnos les gusta que las clases sean diferentes porque esto significa romper con la monotonía.

Como docentes, tendremos que desarrollar técnicas creativas para llegar mejor a nuestros alumnos y mantener su atención e interés durante las clases.

En las últimas décadas, la creatividad ha tomado jerarquía en la educación a nivel mundial. Acorde con esto, se han incrementado notoriamente las investigaciones y la bibliografía sobre las aulas creativas (3).

Estudios científicos demuestran que los contenidos quedan mucho mejor anclados en la memoria si se imparten de forma innovadora y lúdica.

  • La gamificación, o la enseñanza a través del juego, es una forma de mantener a los estudiantes interesados en nuestra materia.
  • Las reglas nemotécnicas y las canciones también facilitan la memorización de conceptos.
  • Materializar un concepto teórico con ayuda de experimentos o observación de fenómenos hace que los contenidos se asuman mejor. Por ejemplo, si estamos aprendiendo los huesos, un esqueleto de plástico nos ayudará a memorizar mejor la posición y función de cada uno.
alumnos felices

Las nuevas tecnologías abren un nuevo abanico de posibilidades. Concursos, juegos online, plataformas de simulación, vídeos. (Fuente: Max Fischer: 5212700/ pexels.com)

Observación

La capacidad de observación y detección de problemas no es una cualidad que nos venga a la mente de manera inmediata, pero es de las más importantes. No se puede corregir un problema que no se ha detectado. Un buen profesor debe ser competente para analizar el comportamiento del alumno y sus relaciones.

Realizar un seguimiento del alumno puede ayudarnos a detectar enfermedades a edades tempranas.

Un buen ejemplo sería la detección de casos de TDAH (trastorno de déficit de atención e hiperactividad). Lo mismo sucede con la dislexia, la hipoacusia u otros trastornos que son difíciles de detectar para personas que no tienen formación pedagógica.

Por otro lado, un profesor no debe interferir directamente en las relaciones entre sus alumnos. No obstante, es importante mantenerse atento para detectar posibles casos de acoso escolar o comportamientos inusuales en alumnos.

profesora con niño

La observación y la atención individual de cada alumno forma parte de las tareas de un docente. (Fuente: Tima Miroshnichenko: 5428002 / pexels.com)

Cooperación

Esta cualidad está intrínsecamente relacionada con la comunicación. La comunicación entre un profesor y el resto de docentes debe ser clara para evitar incoherencias entre ambos.

Además, una buena comunicación con los padres facilitará tu tarea. La educación requiere que profesores y padres se apoyen mutuamente para guiar al alumno hacia la misma dirección.

Sin perder la autoridad, también hemos de intentar cooperar con los alumnos para alcanzar acuerdos comunes (4) y mejorar así la experiencia educativa.

La cooperación entre el profesor, el resto del equipo docente, los padres y los alumnos es crucial en el ámbito educativo.

En conclusión, el trabajo en equipo es clave para que los estudiantes adquieran conocimientos de la mejor manera.

Por ejemplo, si se toma la decisión de castigar a un niño, que otro profesor le quite el castigo puede tener como resultado el cuestionamiento de tu autoridad como docente. 

Responsabilidad

Un profesor tiene que ser responsable y enseñar a sus alumnos el valor de esta cualidad. La responsabilidad forma parte de la conciencia personal y está relacionada con la ética, la moral y el respeto.

Si un profesor es responsable transmitirá este valor a sus alumnos de forma más efectiva y estos, seguramente, en el futuro afronten su vida de manera más coherente, positiva e integral.

Además, es importante inculcar a los alumnos que tienen una responsabilidad social como ciudadanos, es decir, ser educados, respetuosos y conscientes de que conviven en sociedad.

Un buen ejemplo es la puntualidad. Si un profesor no es puntual, no puede pedir a sus alumnos que lo sean. Enseñar a los estudiantes a entregar las cosas en buenas condiciones y a tiempo, organizar su tiempo e ideas, también forma parte de la formación de una persona.

En los tiempos recientes es especialmente importante hacer hincapié en la responsabilidad ambiental y ecológica de cada alumno. Este punto está incluido en los proyectos educativos de la mayoría de centros y está a la orden del día.

profesor con sus alumnos

La educación en el respeto y la diversidad forma parte de las responsabilidades del profesor. (Fuente: Max Fischer: 5212352/ pexels.com)

Motivación

Ya hemos indicado que los buenos profesores tienen que saber cómo despertar el interés de los estudiantes sobre su materia. Por esta razón, la motivación del propio profesor es importante.

La vocación es vital en el mundo de la enseñanza porque es muy difícil despertar pasión por algo por lo que uno mismo no tiene interés. La propia experiencia del docente puede ser inspiradora para quien escucha.

Los malos resultados académicos a veces son fruto de la desmotivación. Premiar el esfuerzo de los alumnos que tienen más dificultades enfoca el éxito en el esfuerzo y no en los resultados. Así, animarás a tus alumnos a no rendirse y aprender de sus errores sin importar su capacidad inicial.

Experiencias de otras personas, referentes cercanos o personas con las que se puedan identificar, son buenos ejemplos que mantienen motivados alumnos. Conocer cómo otros han conseguido sus objetivos motivará al alumnado a perseguir sus propias metas.

profesora de ballet

Hay que mantener al alumnado motivado porque puede que en las clases descubran su propia vocación. Es bueno que los profesores compartan experiencias que vayan más allá, es decir, que no se limiten únicamente a las explicaciones de los conocimientos. (Fuente: Budgeron Bach: 5154380/ pexels.com)

Resumen

Si has llegado hasta aquí, sabrás que ser docente no es tarea fácil. Es una profesión muy exigente que requiere mucha implicación y unos valores excelentes. Sin embargo, es una carrera vocacional y muchas de las personas que se sienten llamadas a la docencia ya cumplen con muchas de estas características.

En palabras de los expertos, “la docencia es un proceso de enriquecimiento mútuo del que alumno y docente ganan(5).

Cómo ya se ha dicho, “nadie nace enseñado“, y adquirir todas estas cualidades es cuestión de trabajo y tiempo. Te animamos a no parar nunca de formarte y mejorar para ofrecer la mejor enseñanza posible a tu alumnado.

(Fuente de la imagen destacada: Andrea Piacquadio: 3769981/ pexels.com)

References (5)

  1. Artículo
    1. Fernández JM. MATRIZ DE COMPETENCIAS DEL DOCENTE DE EDUCACIÓN BÁSICA. de Educación RI, editor. Revista Iberoamericana de Educación [Internet]. 2005; Disponible en: http://files.cer-lacandelaria.webnode.es/200000273-7b14e7c10b/MATRIZ%20DE%20COMPETENCIAS%20DEL%20DOCENTE%20DE%20EDUCACIÓN%20BÁSICA.pdf
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  2. Publicación
    Beratz AM. Los sistemas didácticos de la docencia. Los métodos de enseñanza. En: Reflexión Pedagógica Edición IV Ensayos de estudiantes de la Facultad de Diseño y Comunicación. Palermo; 2016. Disponible en: https://fido.palermo.edu/servicios_dyc/publicacionesdc/archivos/624_libro.pdf#page=90
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  3. Cualidades creativas promovidas en la formación de docentes
    Píriz Giménez N. Cualidades creativas promovidas en la formación de docentes. UdelaR; 2017.
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  4. La importancia de la opinión de los alumnos en la hora de clases
    Tello BVG. La importancia de la opinión de los alumnos en la hora de clases. En: Reflexión Pedagógica Edición IV Ensayos de estudiantes de la Facultad de Diseño y Comunicación.Palermo; 2016.
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  5. Aprender a educar. Nuevos desafíos para la formación de docentes
    Pérez Gómez, Ángel. Aprender a educar. Nuevos desafíos para la formación de docentes. Revista interuniversitaria de formación del profesorado. 2010;37–60.
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