Mantener una actitud optimista no ha sido fácil en los últimos años, es posible que puedas sentirte frustrado, enojado, triste, confundido o todas a la vez. Una ruptura amorosa, una pelea con amistades o familia o un despido laboral pueden generar en ti sentimientos y emociones abrumadoras y es posible que no puedas saber cómo manejarlas. Debemos hacer frente a estas situaciones con una buena disposición y permitiéndonos abrazar cada aspecto de ellas. Claro que en ocasiones es difícil poder hacer frente de manera alegre ante la adversidad y quiero que sepas que está bien. Tus emociones son válidas.

Cuando la gente te dice que le veas el lado bueno a las cosas es por un motivo, quieren que seas optimista. El optimismo es una de las principales herramientas que tenemos para enfrentar la adversidad. Quiero decirte que tus emociones son válidas y ayudarte a entender un poco más sobre este embrollo emocional que conocemos como la actitud positiva.  Así, que en este artículo te hablaremos un poco más sobre ello.

Lo fundamental

• No estás solo, existen expertos y especialistas de la industria de la salud que se interesan por tu bienestar.
• Es absolutamente válido no sentirse optimista constantemente.
• Debemos abrazar tanto las emociones negativas como las positivas para no caer en un optimismo tóxico.

Actitud positiva: La importancia del optimismo y lo que se debe saber sobre la salud mental

Desentrañar la salud mental probablemente sea algo que pudiera lograr un especialista o alguien especializado en temas de salud, sin embargo podemos comenzar por informarnos adecuadamente sobre los aspectos básicos de una salud mental favorable.

El estrés laboral y social puede afectar a cualquiera, es normal sentirse abrumado. (Fuente: Jonathan Rados: Sbxt82CsMxA/ Unsplash)

¿Qué entendemos por actitud positiva?

Para poder contestar a esto debemos entender qué es la actitud y comprender cómo este concepto va ligado al concepto del optimismo

Psicológicamente se le conoce a la actitud como el conjunto de creencias y sentimientos que tenemos al momento de responder o actuar ante una situación. Académicamente podemos entender que existen dos tipos de optimismo: Inferencial y disposicional.

Se cree que el inferencial puede ser predictor de una mejor salud y un estilo de vida mayormente protegido de enfermedades físicas. Además, este tipo se percibe más en adultos de mediana y avanzada edad. Mientras que el disposicional está ligado con la resiliencia ante las adversidades y se percibe más en jóvenes y estudiantes.

Coloquialmente percibimos el concepto del optimismo como un “Darle hacia delante”, enfrentar adversidades sin quejarse. Laboralmente lo podemos llegar a conocer como “Ponerse la camiseta” o “Sacrificarte por el equipo”. Son esta clase de conceptos los que han tergiversado el optimismo sano haciéndolo ver como si el acto de martirizarse por un objetivo laboral o personal a costa de nuestra salud y paz mental sea un acto de heroísmo.

¿Cómo se ve la ausencia de una actitud positiva?

Conocemos la ausencia del optimismo como el derrotismo, la tristeza o mayormente como depresión.

La depresión es médicamente conocida como trastorno depresivo mayor o depresión clínica. Es una enfermedad que afecta los sentimientos y pensamientos de una persona, generando tristeza, vacío y desesperanza (3).

Cabe señalar que la depresión puede producirse una vez en la vida y a raíz de ello generar diversos episodios. Estos episodios afectan de manera diferente a todos, no es necesario completar toda la lista de síntomas para poder comprender que se está teniendo un episodio depresivo (2).

Los síntomas generales exhibidos por gente que padece de depresión son los siguientes:

• Sentimientos de tristeza, ganas de llorar, vacío o desesperanza
• Arrebatos de enojo, irritabilidad o frustración, incluso por asuntos de poca importancia
• Pérdida de interés o placer por la mayoría de las actividades habituales o todas, como las relaciones sexuales, los pasatiempos o los deportes
• Alteraciones del sueño, como insomnio o dormir demasiado
• Cansancio y falta de energía, por lo que incluso las tareas pequeñas requieren un esfuerzo mayor
• Falta de apetito y adelgazamiento, o más antojos de comida y aumento de peso
• Ansiedad, agitación o inquietud
• Lentitud para razonar, hablar y hacer movimientos corporales
• Sentimientos de inutilidad o culpa, fijación en fracasos del pasado o autorreproches
• Dificultad para pensar, concentrarse, tomar decisiones y recordar cosas
• Pensamientos frecuentes o recurrentes sobre la muerte, pensamientos suicidas, intentos suicidas o suicidio
• Problemas físicos inexplicables, como dolor de espalda o de cabeza

Diferencias entre un optimismo sano y un optimismo tóxico

¿Recuerdas aquella película de Disney sobre las emociones? ¿Del Revés (Inside Out)? En esa película narran exactamente lo que puede ser considerado el optimismo tóxico. Debemos comprender la diferencia entre un optimismo sano y un optimismo excesivo.

El optimismo sano es consciente de sus flaquezas y áreas de oportunidad y trabaja en torno a fortalecer las áreas previamente mencionadas teniendo en cuenta la realidad de que podemos fallar.

El optimismo sano comprende que el crecimiento no es lineal y que debemos permitirnos sentir la tristeza, la frustración y la ira entre otras emociones, que conlleva la posibilidad de no obtener lo que deseamos. El optimismo tóxico da por sentadas las bondades de nuestro día a día, ignorando la realidad de que en ocasiones, las cosas no son como queremos, y eso también es válido porque solo nos queda intentar de nuevo porque no está mal sentirse triste en ocasiones. Tenemos que aprender a abrazar nuestras emociones y comprender que el hecho de que podamos sentir es la mayor prueba de que estamos vivos y en el momento.

La depresión es una enfermedad mental que puede afectar a cualquiera. (Fuente: Nikko Macaspac: 6SNbWyFwuhk/ Unsplash)

¿Qué beneficios puede traer tener una actitud positiva?

Tener una actitud positiva ante la vida puede sonar más fácil de lo que en realidad es y probablemente lo sea. Sin embargo, los beneficios de llevar un estilo de vida optimista pueden elevar tu calidad de vida a niveles bastante superiores (1).

• Mejora la autoestima y las relaciones interpersonales
• Brinda un mejor manejo de la inteligencia emocional
• Genera paciencia y resiliencia

Tener una actitud positiva nos vuelve más abiertos a vivir nuestras vidas. Aquellos que mantienen una actitud optimista se permiten experimentar más cosas en sus vidas porque están seguros de que sus contribuciones pueden generar un cambio en sus vidas y en las vidas de los demás.

¿Cómo obtener y mantener una actitud positiva?

Mantener una actitud positiva constante no es fácil, ni recomendado. Debes permitirte sentir todas tus emociones al momento de que surgen. (4, 5 6, )

• Construir y/o mantener una red de apoyo: Las redes de apoyo son gente en la que te puedes apoyar cuando te encuentras atravesando por un episodio depresivo. Pueden ser amigos, familiares o profesionistas de la salud. Todas estas personas son gente que te aprecia y quiere tu bienestar.

• Desarrolla una rutina: Establecer un horario para comidas y sueño mantiene tus actividades de forma regular y permite que tu día se normalice poco a poco. Es lógico que pudieras sentir que ésto no genera un cambio de ningún tipo, pero debes tener en mente que el crecimiento no es lineal y lo que buscas es generarte una constancia en tus actividades diarias.
• Retoma o dedica tiempo a tus aficiones o pasatiempos: Dedicar tiempo a lo que te gusta es una excelente actividad para retomar una actitud positiva, particularmente si realizas dicha actividad o actividades con más personas. Puede que sea complicado al principio, pero es importante que realices actividades que en el pasado pudieran brindarte satisfacción, esto con el objetivo de que cuando las realices de nuevo puedan brindarte de forma gradual esa satisfacción que te solían brindar, pero, eso sí. No esperes a tener ganas de hacerlas. Debes obligarte de manera gradual y en la medida de tus posibilidades a hacerlas, forzarte poco a poco a realizar estas actividades puede ayudarte a cambiar un poco tu perspectiva sobre la vida.
• Crea un plan de seguridad: Para poder generar un plan de seguridad es necesario que puedas identificar los detonantes de tus episodios depresivos o suicidas. Esto con el fin de poder informar a tu red de apoyo para que puedan acudir a asistirte. El tener la capacidad de reconocer cuando puedes tener una crisis aguda puede ayudar a tu red de apoyo a saber cuando deben entrar en acción.

Tu red de apoyo está ahí para ti, no lo olvides. (Fuente: Helena Lopes: PGnqT0rXWLs/ Unsplash)

Resumen

Nadie puede ser optimista constantemente, tenemos que aprender a abrazar nuestras emociones y aceptarnos falibles y humanos. La depresión y el suicidio son casos reales que pueden aquejar a cualquiera y debemos tomar consciencia de ello. Tenemos que tener presente que la depresión no es un caso de “Echarle los kilos”, ya que existen personas cuya genética no les permite generar las sustancias químicas que crean el optimismo de forma natural y tanto esas personas como nosotros somos igualmente válidos. No debemos tener miedo de necesitar ayuda para generar estimulantes de la alegría (7).

Tristeza, ira, frustración, confusión, pánico y miedo. Todas estas emociones son válidas y debemos permitirnos sentirlas, asimilarlas y canalizarlas de manera productiva. Si presentas algún síntoma de depresión es necesario que acudas con un especialista capacitado que pueda diagnosticarte correctamente de acuerdo con tu sintomatología. Tu familia y amigos e incluso los profesionales de la salud velan por tu bienestar y están ahí para apoyarte, por eso son tu red de apoyo. No olvides contar con un plan de seguridad y aprender a identificar tus detonantes y cuándo tendrás episodios agudos, esto ayudará a tu red de apoyo a ejecutar el plan de seguridad de forma rápida y eficiente. Recuerda que todo lo que eres hoy, lo has logrado tú mismo. Eres grande y sobre todo, no estás solo.

(Fuente de la imagen destacada: Antonio Guillem: 129968589/ 123rf)